jueves, 3 de mayo de 2012

LOS PADRES EN EL BALONCESTO



Aunque entrenar nos enamora, siempre hay cosas que los entrenadores quisiéramos que tuviesen menos influencia en el día a día de la que realmente tienen, y que nos complican el trabajo. La relación que mantenemos con los padres y madres de nuestros jugadores, y la influencia que tienen en la práctica de sus hijos, es sin duda una de ellas.

Un padre que se involucra en la práctica deportiva de su hijo siempre quiere ayudar… ¡en función de lo que ellos entienden que es ayudar, claro! Por desgracia, los modelos que los padres tienen para reproducir cómo ayudar a su hijo cuando hace deporte no son siempre los mejores.

Buscar culpables es inútil. Todos somos responsables, y o bien casi todos los problemas que tenemos con los padres se producen por falta de diálogo y formación, o podrían solucionarse desde el diálogo y la formación. Ser padre de deportista no se aprende de forma  innata o en el instituto, y los Clubes han de convertirse en formadores no solo de jugadores, sino también de padres, siendo los entrenadores parte importante de este proceso de formación en la práctica. Por miedo o incomodidad, obviamos esta responsabilidad la mayoría de las veces.

El asesoramiento a los padres debe ser continuo y paciente, mediante reuniones e intercambio de impresiones. Ellos son los máximos responsables de la educación de sus hijos, y han de conocer los valores que transmitimos cuando entrenamos. Estos valores han de ser compartidos. Demasiadas veces ponemos a los jugadores en la tesitura de tener  que elegir entre su padre y el entrenador, y eso no es bueno. Cada uno en nuestra parcela, somos importantes para ellos. Teniendo como aliados a los padres nos ganamos la confianza de los chavales, y con coherencia y sentido común favorecemos su desarrollo y aumentaremos su rendimiento. Al final, ellos son lo más importante.

Fran Adell (Psicólogo y profesor de cursos en la FBCV)

7 comentarios:

  1. Gracias Fran por tus reflexiones. Siempre me resultan muy útiles y actuales. A mi me gustaría incidir en un tema que está implícito en tu mensaje. Los entrenadores tampoco sabemos cómo hay que comportarse con los padres de nuestros jugadores de forma innata o intuitiva. Debemos aprender. En mi caso, debo reconocer que durante mis primeros años de desarrollo profesional me intimidaba mucho el diálogo con la familia de los niños. Mi autodefensa era una postura fingida de rigidez frente a lo que era un equipo. A través de la autoridad imponía unas reglas inflexibles y me cubría las espaldas. La experiencia me ha ayudado a comprender el papel fundamental que tienen los padres en la educación deportiva de sus hijos. Incluso en su rendimiento deportivo, y por tanto, en el rendimiento del equipo entero. Un saludo.

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    1. Gracias Andreu, totalmente de acuerdo con tus palabras. Para mí la clave está en dos palabras que están en el texto: FORMACIÓN, y VALORES. Con respecto a lo primero, todos estamos en un proceso constante de crecimiento y formación: padres, jugadores... y por supuesto los entrenadores. Si frenamos está constancia en el proceso, estaremos KO.

      Sobre lo segundo, los valores, la esencia de lo que transmitimos, es algo que siempre queda en papel mojado. Todos reconocemos que está ahí, pero no tenemos claro qué es eso de los valores. Más allá del mundo del deporte, en la empresa, ocurre lo mismo. La empresa tiene su misión, su visión, sus valores... pero en muchos casos no tengo claro que a los que forman parte de la empresa les cale el mensaje y compartan los valores. Si el trabajador comparte los valores de la empresa, aumentará la satisfacción y con ellos probablemente la producción. En nuestros equipos es igual, desde los valores, desde la filosofía, se construye el resto del trabajo; si no es así, por muy buen baloncesto que hagamos es un castillo sin cimientos y se nos vendrá abajo. Cuando un entrenador tiene claro cuáles son sus valores, se le da sentido al juego desde ahí, y hace a los jugadores participes de ellos, entonces cohesiona y aumenta la probabilidad de que llegue el éxito. Si a los padres les haces partícipes de tus valores y los comparten y apuestan por ellos, entonces la cohesión será mayor aún. Es tan simple y tan complejo como hablar todos el mismo idioma.

      Y la clave entonces vuelve a estar en la formación: cada uno de nosotros somos individuos únicos y diferentes, ¿tengo claros cuáles son los valores que yo represento, que mi forma de jugar representa? Más allá... ¿se pregunta el padre cuáles son valores que van a transmitir a su hijo en una determinada escuela, club o equipo? Esto es formación, es habilidad, y en el caso de entrenadores, o bien se gana con la experiencia como bien dices, o bien tu Club acelera tu formación dándote las posibilidades o experiencias más enriquecedoras posibles.

      Un abrazo.

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    2. Puesto que esto es un foro de baloncesto es normal que esto ocurra. Fran, date cuenta que cuando dices "exito" hablas de exito en el aspecto de jugador. Los padres debemos hacer que nuestro hijom llegue al exito en la vida, que está por encima del deportivo. Soy padre de jugador. Tengo suerte que no es una máquina del basquet y no tiene que elejir. Pero ¿y si a un chaval/a le gusta más el basquet que estudiar y encima es bueno para el basquet, pero no lo suficiente para vivir de ello?. Los padres puede que no seamos el problema. Son las tesituras, que, a veces, pueden ir en contra del deporte. Entonces surge el enfrentamiento con el entrenador. También puede surgir por más causas, pero pensad que un padre/madre tiene metas más altas que un entrenador para una misma persona (e jugador). Esto es así os guste o no.

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    3. Hola Jose,

      en primer lugar, agradecer tu tiempo e interés en la lectura del artículo y comentarlo.

      No se si me equivoco, pero te leo y entiendo que has interpretado que yo pienso que los padres son un problema. Nada más lejos de la realidad. Lamentablemente, es cierto que para muchos entrenadores tener que manejar actitudes, pensamientos y comportamientos de algunos se convierte en un problema. Pero al igual que muchas actitudes, pensamientos y comportamientos de los entrenadores pueden convertirse en un problema para los padres, y también para el jugador. Yo apuesto por invertir en la formación de ambas partes, para solucionar estos posibles conflictos, que surgen de una incorrecta interpretación de lo que para unos y otros es la práctica deportiva.

      Efectivamente, siguiendo el ejemplo que pones de los estudios, muchos conflictos se dan cuando hay que equilibrar el tiempo que se dedica a entrenar, y el tiempo que se dedica a estudiar. El padre quiere que el niño estudie, y el entrenador quiere que el niño entrene. ¿Pero por qué no se puede dar la situación en la que el padre quiere que el niño estudie y entrene, y el entrenador quiere que el niño estudie y entrene? Creo firmemente que estudiar es clave, y eso es independiente del nivel o capacidad que pueda tener un jugador. Unos porque no van a llegar, otros porque tienen capacidades pero van a ser jugadores de segunda fila y no van a hacerse millonarios, y otros porque aunque lleguen la vida deportiva es corta y después hay que estar preparado para saber invertir de forma inteligente todo el capital obtenido e incorporse al mundo laboral, tienen que formarse académicamente. Estudiar por tanto, hay que estudiar, no hay alternativa. El baloncesto no es una alternativa al estudio. Y el chico ha de estar motivado en esta dirección. El entrenador puede ayudar en esto. Lo que no estoy de acuerdo es en que porque no se entrene, al chico le vaya a gustar más estudiar, o vaya a obtener un mayor rendimiento en los estudios. Es que son cosas completamente diferentes.

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    4. Sigo Jose, que he escrito un ladrillo y tengo que escribirlo por partes... :-)

      Muchos padres, que no saben como hacer para que su hijo estudie y obtenga buenas notas, castigan quitando el baloncesto (aquello qeu más ilusiona al chico) intentando apuntalar la motivación del chaval en la dirección correcta. Puede funcionar, pero la mayoría de las veces es una equivocación. Si al chico no le gusta, no tiene capacidad o no quiere, lo único que hará será desaprovechar el tiempo. Quitar una cosa, no arregla la otra.

      Creo que al jugador hay que hacerle entender que cuando elige ser deportista, su vida no va a ser igual que la del resto de amigos que no son deportistas. Una de las más importantes enseñanzas que puede tener el jugador, es cuando entiende que tiene un compromiso que cumplir, una responsabilidad, con un equipo, club, compañeros, entrenador. Aprende que tiene que rendir tanto en su deporte (entrenar) como en los estudios (su primera obligación). Y aprende a planificarse su tiempo e invertirlo correctamente para conseguir ambas metas. Mientras sus compañeros de clase tienen tiempo para ver en TV la serie de moda de curso, el tendrá que estudiar porque antes habrá entrenado. Mientras sus compañeros de clase tienen tiempo para estar conectados a Tuenti o enviarse mensajes por chat, el tiene que estar estudiando porque antes habrá entrenado. Mientras los coompañeros de clase salen el viernes por la noche y se levantan el sábado a las 13 h. el sabe que no puede salir bien porque tiene un partido, o bien porque tiene que levantarse a estudiar ya que ha estado el resto de la semana estudiando. Esto parece una utopía, lo sé, pero ¿hay algo más importante en la vida que aprender a ser responsable y saber mantener un compromiso? Esto te lo puede dar el baloncesto si se enfoca correctamente.

      Siendo muy extremista, y entendiendo que siempre hay que ser flexible, te diré que una de las peores cosas que puede hacer un padre educando la responsabilidad de su hijo es permitir que no vaya a entrenar un día porqeu al día siguiente tiene un examen. "No chico, anticipa los exámenes, organizate mejor en el estudio, pero con el equipo tienes un compromiso que cumplir" Repito, hay que ser flexibles... hay momentos y momentos, hay jugadores y jugadores...

      Por último, y termino. Conceptualizar qué es el éxito va a depender de muchas variables: del club, del equipo, del entrenador, de las características del jugador, de su entorno, etc. Siguiendo al maestro John Wooden, yo digo que el éxito es "hacer el máximo esfuerzo y darlo todo por conseguir los objetivos que uno se propone" Esto está lejos de identificar éxito con victorias y fracaso con derrotas. Va mucho más allá, y si se enfoca la práctica deportiva desde el trabajo y el esfuerzo, para conseguir unos objetivos (eso sí, que sean realistas y con unas expectativas ajustadas a la realidad) esto es transferible al resto de aspectos de la vida. No dudes Jose, que bien enfocado la consecución del éxito en el baloncesto, ayudará a la consecución de éxitos en la vida, ayudará al desarrollo de la persona.
      Aquí es donde el diálogo entre padres y entrenadores se vuelve crucial.

      Un abrazo.

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  2. Por partes y lo más conciso que pueda:
    Primero: gracias por tu contestación.
    En verdad no hablo de estudios vs básquet, el estudio es un ejemplo. Hablo de básquet vs el futuro de su vida. Eso es lo más importante.
    Otra cosa: En verdad, para muchos entrenadores es un problema los padres. Y lógicamente de la misma forma que hay padres que no saben tratar el asunto, también hay entrenadores que no saben tratar a los padres. Pero la diferencia es que los entrenadores deben ser los profesionales, puesto que los padres somos los amateurs.
    Por supuesto que el deporte es una gran ayuda a los estudios y a la vida en general, sobre todo los deportes de equipo, pero lo que indico es que puede llegar el momento en que sean incompatibles y entonces debe prevalecer la formación integral y el futuro del jugador vs deporte.
    Quitar de un entrene o partido a un chaval es un refuerzo negativo. Los formadores saben que a veces hay que usar los refuerzos positivos, pero desgraciadamente a veces hay que usar los negativos. A veces es así.
    Fran, lo que dices estoy muy de acuerdo, los chavales deben organizarse más, así lo hace mi chaval. Va a los entrenes aunque tenga examen al día siguiente, y ya es cadete. Pero me entristece ver los problemas que tienen otros jugadores del equipo y sus padres. Me veo afortunado.
    Y no veas como disfruto viéndole superarse cada día al básquet y lo que le ayuda en su formación general.
    … y finalmente… otro abrazo.

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  3. Fran, estoy totalmente de acuerdo contigo en lo que expones. Tengo dos hijos cadetes de primer año a los que les encanta el baloncesto, cuando empezaron a jugar en un club eran alevines de segundo año y lo primero que quedó claro fué que iban a formar parte de un club y debían tomárselo con responsabilidad, no podían faltar a un entrenamiento por un cumpleaños, ni por quedar, ni por un exámen. Tengo que decirte que nos han demostrado que son muy responsables, dan el 100 % en los entrenamientos, en los partidos ( aunque no siempre les salen como les gustaría) y además son excelentes estudiantes. Saben aprovechar cada minuto que tienen libre para dedicarlo a los estudios y aunque poco, también tienen tiempo para el ocio con sus amigos. Yo creo que el deporte da mucha disciplina y te ayuda a organizarte. En nuestro caso ha sido muy positivo, pero los padres también debemos tener claro que es un sacrificio para toda la familia. Mis hijos entrenan cuatro días a la semana pero no en nuestra ciudad, sino a 60 km y van y vuelven en tren, más el partido del fin de semana, así que tienen que aprovechar muy bien el tiempo libre para que sus notas no bajen y te aseguro que lo consiguen porque viven el baloncesto de una manera muy especial. Tuvieron lla suerte de estar en el Campeonato de España Infantil por Comunidades y fué un experiencia inolvidable. Esta temporada han llegado con su equipo a la Final Four, siéndo todo el equipo cadetes de primer año y por una canasta no van al Campeonato de España de Clubes, pero es un orgullo haber llegado ahí y eso se debe al esfuerzo de un gran equipo y a la dirección de un excelente entrenador. Yo creo que el deporte es algo muy positivo y puede compaginarse perfectamente con los estudios, pero hay que ser muy responsables y tener ganas de trabajar.

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