ABA ha sido jugadora profesional, 202 veces internacional y actualmente la única entrenadora en la 1ª División Masculina. Todo esto le convierte en una persona profundamente conocedora del trabajo formativo y del baloncesto profesional; esperamos que disfrutéis de sus reflexiones. Gracias ABA.
"¿Hay dos clases de baloncesto, masculino
y femenino? Sí
¿Hay muchas diferencias entre uno y otro?
Muchas. Físicas y psicológicas
Me han pedido que desarrolle estas dos
ideas en un artículo, pero desde el principio lo vi complicado porque es un
tema muy denso. Por eso, lo que he intentado es, de la manera más escueta
posible, simplemente enumerar muchos aspectos importantes, más que
desarrollarlos.
Hace
dos años inicié una experiencia totalmente nueva para mí. Entrenar a un equipo
masculino sénior. Puntualizo sénior porque entrené categorías inferiores
masculinas y aunque también hay diferencias, donde me llevé el “shock” fue en
categoría sénior.
Durante
mi carrera deportiva de jugadora he tenido varios entrenadores que venían del
baloncesto masculino y nunca habían entrenado mujeres hasta ese momento. Me voy
a permitir citarlos porque además que fueron para mí unos grandes entrenadores
me marcaron como jugadora y con el tiempo me han hecho sonreír en algunas
ocasiones ya de entrenadora: Moncho Monsalve, Antonio Díaz Miguel y Laurent
Buffard (en mis años en Valenciennes, Francia).
Nada
más llegar el primer día nuestra expectativa era enorme ya que además de su
Currículum sabíamos que no habían entrenado mujeres y eso nos causaba una
curiosidad añadida. ¿Será igual que el resto de entrenadores....?
Indiscutiblemente nos dimos cuenta que no era lo mismo. Se notaba que no lo
habían hecho. ¿En qué? Entro ahora dentro de lo que es el área psicológica.
De
todos es sabido que psicológicamente la mujer es muy diferente al hombre y por esa razón, las conductas son
diferentes frente a los mismos estímulos y hay que abordar las mismas
situaciones con diferentes estrategias. Los hombres tienen más desarrollado el
sentido de la lealtad y la justicia hacia ellos y hacia sus compañeros. Es
importante poner en tela de juicio su capacidad para obtener un rendimiento
positivo. Las mujeres por regla general, son más reflexivas, dan más vuelta a
las cosas, buscan el doble sentido a todo y cuestionan mucho las decisiones que
se toman, tanto las de sus propias compañeras como las del entrenador/a. Por
contra cuando el grupo femenino cree en un/a entrenador/a o en su grupo, va a
muerte con él y lo da todo. Pase lo que pase se vuelve incondicional.
Llevado
al baloncesto en situaciones particulares del juego puedo decir que desde mi
perspectiva de jugadora puedo aproximarme a la respuesta de una jugadora, y
ahora desde la perspectiva de entrenadora de masculino he constado la respuesta
del jugador. Por ejemplo, tenemos una situación de partido en la que interviene
el factor motivación. Es una situación
individual de pre-partido en el cual uno de nuestros jugadores/as tiene
que defender al/la jugador/a rival con mayor peso ofensivo del equipo.
Masculino:
Llamas a tu jugador que has elegido para defender y le dices después de unas
directrices técnicas que si se ve capacitado para defenderlo, que si él ve que
no va a poder o vemos que no funciona que pondremos a otro, que vaya a tope,
que no se preocupe. Para el jugador es un duelo entre hombres y se “pica” como
diciendo... ¿Que no voy a poder con él...?. Duelo personal.
Femenino:
A la jugadora que crees con mayor capacidad para defender a la jugadora rival,
le tienes que facilitar todos los detalles técnicos de la contrincante para que
la defienda. Duelo técnico. No hay que ponerla en situación que ella vea que la
estás manipulando psicológicamente para que se pique con la otra. Su
pensamiento será algo como... ¿Qué se cree éste/a que no me estoy dando cuenta
de lo que está haciendo? Me está intentando picar...
¡Qué importante es la psicología y la
gestión de los grupos para entrenar! Un
punto importante que también hay que tener en cuenta en este ámbito es el tema
del vestuario ya que el vestuario es el que condiciona en muchas ocasiones
el triunfo o fracaso de un equipo.
Vestuario masculino: grupo formado por 12
jugadores.
Vestuario femenino: grupo formado por 3
grupos de 4 jugadoras. Importante saber esta diferenciación para gestionar el
grupo. No es lo mismo que un entrenador tenga una situación de conflicto con un
jugador del grupo de 12 que lo tenga con una jugadora del subgrupo de 3 dentro
del grupo de 12. El problema se multiplica por 3. Evidentemente esto es en
general y hay excepciones. Esto es cuando hablamos del jugador o jugadora
individualmente. Otra cosa es en la situación global de dos equipos. Los
hombres se intimidan más fácilmente cuando se tienen que enfrentar a un equipo
que a priori es superior. Gestionan peor esa inferioridad inicial y solamente
si en el transcurso del partido ven que pueden contra el equipo contrario es
cuando se vendrán arriba. Para ellos será cuestión de ganar el duelo. Cuando se
trata de un equipo femenino no se sabe cómo van a salir, da igual que tengas
todo preparado. Si salen bien, mueren en la pista, en ocasiones se bloquean, es
un bloqueo colectivo y te sorprenden con respuestas insólitas. Son una caja de sorpresas.
Pasando
a la parte más Física y Técnico-Táctica, y siempre hablando de nivel medio, no
de la élite. Las grandes diferencias que
existen en el plano físico entre la mujer y el hombre son las que condicionan y
hacen que el juego en la pista sea diferente.
La
gran diferencia entre uno y otro es el ritmo. El ritmo viene condicionado por
las capacidades físicas y éstas condicionan todo el juego. En el masculino los
jugadores tienen capacidad de ejecutar los movimientos más rápido, con más
fuerza lo que se traduce en un juego basado en el físico. Quien salta más alto
a coger un rebote, quien se desplaza más rápido para defender, quien corre más
veloz en el contraataque... Las mujeres lo traducen en, quien bloquea el
rebote, quien se anticipa antes en la salida para el contraataque, quien se
coloca mejor en la defensa... Con esto no quiero decir que dentro del
baloncesto femenino no haya diferencias físicas o en el masculino no haya
anticipaciones... Quiero decir que en comparación entre uno y otro ésta es la
gran diferencia. A grandes rasgos, el hombre se basa en su físico, la mujer se
apoya en la técnica.
Cuando pasamos al plano táctico, las
jugadoras son capaces de realizar sistemas más elaborados, son más pacientes
para llegar hasta el final dentro de un sistema, los jugadores en un sistema
que contenga más de cuatro encadenamientos de movimientos, ya les es difícil la
continuación, no tienen paciencia, enseguida ven el uno por uno, no son capaces
de esperar a un bloqueo que les llevará a otra ventaja..... En resumen diría
que son menos disciplinados. Aquí me sale una puntualización que me gustaría
resaltar... ¿Por qué entonces en dos equipos del mismo nivel, en el masculino
por ej., después de un scouting se preparan tres maneras diferentes de defender
un bloqueo directo, según quien lo juegue se defenderá de una manera u otra y
en un equipo femenino no? ¿Por qué en un equipo masculino hay mucho más trabajo
de carga táctica que en uno femenino? Para mí el problema reside en que en el
baloncesto femenino no hay tanto nivel de exigencia como en el masculino. No se
entrena de igual forma. No está en que las chicas tienen que realizar de igual
forma los fundamentos que los chicos, sino que se les tiene que exigir que lo
hagan a su máximo nivel. Mismo ejercicio, misma exigencia. Creo que las
jugadoras en su gran mayoría trabajan a un 70% de su capacidad tanto física
como Técnica-Táctica, y ahí reside una de las grandes diferencias entre el
baloncesto masculino y femenino. Pero en este tema, además, las soluciones no
deben venir muchas veces en la propia categoría sénior, sino que los
entrenadores de formación son los que han de inculcar esta exigencia del cien por cien desde el primer momento.
Sólo así conseguiremos que en niveles de competición que no son profesionales o
semi profesionales, el baloncesto femenino logre en un futuro equipararse al
masculino."
Ana Belén Alvaro ( Ex jugadorda profesional, 202 veces internacional y entrenadora Superior)
Bravo! Ya tocaba abordar de forma seria el baloncesto femenino...
ResponderEliminarVoy a dar un ejemplo para confirmar tu teoría. El otro día visité la página web de un club mixto de la comunidad valenciana. En un apartado había un anuncio para tratar de reclutar jugadoras para los equipos femeninos, y decía lo siguiente: "Ven a jugar con nosotros, ¡¡EL BALONCESTO FEMENINO NO ESTÁ CONSIDERADO UN DEPORTE DE CONTACTO!! harás muchas amigas y te lo pasarás muy bien"
¿Que el baloncesto femenino no está considerado un deporte de contacto? ¿Y el masculino si? Y yo que pensaba que era el mismo deporte...
Al igual que tu pienso que la inmensa mayoría de entrenadores de femenino trabaja y planifica de forma diferente a lo que lo haría con un club masculino. ¿Por? Creo que si desde la base se entrenara de la misma manera a un grupo de niñas y a otro de niños, ambos equipos llegarían a seniors jugando al 1x1 con dureza, y no "haciendo sistemas más largos". Aparte de las evidentes diferencias psicológicas, los entrenadores marcamos barreras técnico-tácticas.
Creo que es un tema que debería abordarse más en profundidad en los cursos de entrenador o clinics, pero no ampliando la pasarela en cadetes. Esto solo hace que aumentar las diferencias de estilos de juego (menor ritmo en pasarela) y que los entrenadores que están en masculino se nieguen a dar el salto a femenino, que cada día somos menos...
Coincidiendo con el comentario de Álvaro, a mí me gustaría preguntarle a ABA una cosa: ¿qué opinas del cambio a pasarela única y exclusivamente en cadete femenino I.R. Preferente?
ResponderEliminarPorque puede tener sus beneficios (ninguna medida es intrínsecamente mala de por sí), pero también sus desventajas. Y, sinceramente, creo que la coletilla de que las niñas se lo dejan porque los entrenadores no las hacen jugar creo que es una forma muy poco fiel de reflejar la realidad del baloncesto femenino (deporte femenino en general) a la edad de 14 o 15 años.
Mi experiencia esta temporada en pasarela para cadete femenino ha sido el comprobar que NINGÚN, y lo pongo en mayúsculas, ningún entrenador a los que me he enfrentado y hemos comentado el tema de la pasarela en cadete femenino estaba de acuerdo en que se aplicara. Todos con los que he hablado se han mostrado contrarios a la implantación de la pasarela en cadete femenino y no creo que todos sean de los que "no sacan a las niñas a jugar". Es más, confío en que ninguno lo haría.
Mi sorpresa ha ido más allá cuando me he encontrado, no una vez ni dos, sino bastantes veces (al principio e incluso al final de temporada) con anotadores y árbitros que rellenaban sus actas normales y, a la hora de darles el cinco inicial, les comentaba que se jugaban 8 periodos de 5 minutos y tal. En todos los partidos que ha pasado eso, me han mirado con cara de incredulidad y de que estaba bromeando hasta que sacaba el papelito donde tenía puesto qué jugadora jugaba cada periodo. Ninguno de estos árbitros entendía tampoco que en cadete se jugara pasarela.
Por eso me gustaría conocer la opinión de ABA sobre este tema ahora que ha salido. Porque, como explica muy bien en el artículo, tenemos diferencias físicas y técnico-tácticas entre el baloncesto masculino y el femenino, y también diferencias psicológicas. ¿Pero no estaremos acrecentando estas diferencias psicológicas nosotros mismos al establecer normativas que fomentan quizá excesivamente la vertiente social del baloncesto femenino y se alejan casi totalmente de la competitiva? Porque creo que ni tenemos que quedarnos en el extremo de lo social, ni tampoco en el extremo de lo competitivo, claro.
Y, hablando del tema competitivo, nos daría para unos cuantos párrafos más el tema de la escasa competitividad de nuestra liga junior femenina, tanto para los equipos que buscan un baloncesto más social como para los que buscan algo más competitivo. Pero quizá en este artículo no es momento de sacarlo.
Primero de todo quiero agradecer desde aquí a ti y a todos esos entrenadores/as, clubes, dirigentes… el trabajo que estáis haciendo por el baloncesto femenino. En estos tiempos que corren el baloncesto femenino está enfermo y mucho más de lo que la mayoría piensa. El abandono temprano del baloncesto en las chicas ha alcanzado cifras importantes, y tenemos que esforzarnos en buscar soluciones.
EliminarQuizá unas medidas serán más acertadas que otras, o nos gustarán más que otras, pero lo único que es indudable es que hay que tomar medidas. Hay que intentar que el baloncesto femenino vuelva a ser importante, que cada vez haya más jugadoras que quieran practicar este magnífico deporte.
Podríamos hablar y debatir mucho sobre esta regla, sobre su conveniencia o no, pero lo importante es que nadie se quede parado, que se tomen iniciativas, que haya ideas nuevas, una funcionarán otras no, pero se estará intentando algo. Algo que desencadene esa ilusión de las niñas para quedar con sus amigas en la cancha, para echar pachanguitas los sábados, que queden en los pabellones, colegios para jugar un 3x3 con sus compañeras… todo eso que hace que una vez finalizada la semana de clases, aparezca la ilusión por vestir tu camiseta del cole o del club para jugar.
Totalmente cierto, somos tan diferentes...
ResponderEliminarEn la clase de Pepe los niños son un grupo, a excepción de un par el resto siempre van juntos, las niñas son unos tres grupos, y esto viene siendo así desde 1º de infantil y pasan al instituto el próximo curso.
Con las niñas hace falta mucha psicología.