La principal
novedad del Programa de Tecnificación (PT) es que hemos dado inicio al trabajo
de tecnificación con la generación alevín de segundo año (esta temporada niños
y niñas nacidos en 2002). Hasta ahora, en las generaciones de segundo año el
trabajo se limitaba a la preparación de la Selección Autonómica. De esta manera,
el PT se centraba en un grupo de unos 15 jugadores y jugadoras en edad alevín
de segundo año, infantil de segundo año y cadete de segundo año. Las edades
infantiles y cadetes continúan con el mismo planteamiento, no como en alevines,
que mantendremos unos grupos de trabajo de tecnificación al mismo tiempo que
preparamos la Selección Autonómica.
¿Por qué
centramos nuestros esfuerzos en el minibasket y no lo ampliamos a infantiles o
cadetes?
En primer
lugar, porque consideramos que nuestra actuación tiene mayor significación en
las edades minibasket que en las infantiles y cadetes. En minibasket nos
encontramos todavía con muchas entidades que no pueden trabajar con sus
jugadores más de tres horas semanales; además, nos seguimos encontrando, en
algunas ocasiones, con entrenadores inexpertos en la dirección de estos equipos
minibasket y con la inexistencia de la figura del jefe de cantera o director
deportivo que marque una calidad en el trabajo y en la progresión de benjamines
y alevines, mitigando esa falta
de experiencia del entrenador de minibasket. El PT ofrece a estos niños y niñas
entrenadores de contrastada experiencia en formación y un programa de
entrenamientos diseñado para la consecución de unos objetivos técnico-tácticos
establecidos con anterioridad. También ofrece una hora y media más de entrenamiento
cada dos semanas (un aumento de alrededor de un 25% en las cargas de trabajo en
estas edades). Esta situación no se da en edades infantiles y cadetes por
varios motivos: muchos de los jugadores abandonan sus escuelas de iniciación y
pasan a integrase en la estructura de un club; los clubes tienen mayor
concienciación en el trabajo de calidad en estas edades y aumentan las cargas y
la calidad de las mismas, con entrenadores más expertos; comienza a existir el
trabajo sistematizado y guiado para la mejora técnica de los jugadores.
En segundo
lugar, porque hemos decidido llegar a más jugadores y más temprano para
garantizar una mejora del nivel de toda nuestra Comunidad. Este objetivo de
mejora del nivel medio de nuestro baloncesto está por encima de la mejora de un
grupo pequeño. Dicho de otro modo, preferimos invertir mucho más en un grupo de
400 niños entre alevines y benjamines que en la mejora de 30 alevines, 30
cadetes o 30 infantiles. Este enfoque creemos que es el más justo para todos
nuestros federados, ya que si el presupuesto del PT procede al 100% de sus
esfuerzos, el retorno debe llegar al máximo posible de nuestros clubes
federados. Pensamos que mejorando el nivel medio de muchos jugadores hacemos
que estos, cuando se reincorporan al trabajo de sus entidades, ayudan a elevar
el nivel de sus compañeros; también ayudamos en la fidelización de nuestro
deporte y de eso nos beneficiamos todos. Pero además, el contar con 50
entrenadores en las edades de minibasket bajo las directrices del PT nos
permite tener una plataforma de cómo entender y enseñar el baloncesto en las
edades de iniciación. Estos entrenadores, cuando regresan a sus clubes, ponen
en práctica muchas de las cosas que trabajan en el PT, a nivel metodológico, de
enseñanza de valores y por qué no, de una manera de entender el baloncesto.
Esta manera, ya la hemos explicado en muchos artículos, no es mejor ni peor que
otras, pero sí que supone una forma continua de hacer las cosas. La continuidad
en la progresión es lo que permite la mejora de nuestros chicos y chicas.
¿Por qué era
necesario el trabajo de tecnificación con alevines de segundo año?
Porque era
demasiado temprano como para abandonar la mejora de este grupo. A estas edades,
muchos de los niños y niñas presentan claras desigualdades en cuanto a su
evolución, tanto física como psicológica. Esto hace que jugadores con un claro
potencial físico como niños y niñas con extremidades muy largas, muy
delgaditos, no con tanta fuerza como otros, no sean igual de competitivos que otros
con menos recorrido a futuro. Muchos de estos niños no los podíamos incluir en
el grupo de Selección Autonómica y no podían seguir mejorando con nosotros.
También nos encontrábamos con casos “madurativos”, es decir, niños y niñas que
todavía no se atreven a dormir fuera de casa, que son introvertidos y les
cuesta relacionarse con nuevos compañeros, etc. En muchas ocasiones,
simplemente dejando pasar el tiempo, muchos de estos jugadores pueden
incorporarse al trabajo de Selecciones en las edades infantiles y cadetes. Nos
ha pasado. Es claro que estas tipologías no podían quedarse fuera del PT.
Por todo esto
hemos decidido continuar con el trabajo de tecnificación de alevines de segundo
año. Tendremos una sede en Alcora, otra en Sedaví y una tercera en Alicante.
Trabajaremos de forma estable con 15 chicos y 15 chicas en cada una de estas
sedes. La única motivación del PT será su mejora técnica, sin abordar
contenidos tácticos que trabajamos en Selecciones. En definitiva, es la
constatación de que la orientación de nuestro PT es, cada vez más, el trabajo
con la mayoría y no con unos pocos.
Israel Sanchis (director deportivo FBCV)
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