El paso
de jugadora a entrenadora no es un paso fácil y sobre todo nada usual ya que no
es corriente tener ex jugadoras que quieran dedicarse a entrenar.
Marina
Ferragut, 253 veces Internacional con la Selección Española y con dos Juegos
Olímpicos en su haber, es una de esas jugadoras que han decidido seguir en el
baloncesto ayudando y guiando a los más pequeños.
Desde
aquí, desde la FBCV tenemos la suerte de contar con ella desde hace dos años y
después de éste su tercer Campus nos hace cómplices de sus pensamientos.
Gracias
Marina!
"Hace ya unos días que
acabó el 7 Campus de Tecnificación de la FBCV, y he decidido pararme a analizar
cómo ha sido la experiencia y compartirla con vosotros.
Este último, ha sido mi
tercer campus de tecnificación como entrenadora y por lo tanto he abandonado mi
puesto de novata y, a día de hoy, puedo afirmar que he experimentado ciertos
avances positivos que espero sean el inicio de una posible carrera profesional
como entrenadora.
Hace ya algún tiempo,
exactamente un año, decidí retirarme como jugadora y seguir ligada al baloncesto de otra manera.
Los tres veranos en
estos Campus de Tecnificación han sido mi primer contacto como entrenadora, ya
que, hasta ese momento nunca lo había hecho. En los campus he aprovechado cada segundo de cada entreno para
aprender tanto de los jugadores como del
equipo técnico. Con ellos he ampliado mi única visión y perspectiva del
baloncesto.
Todos estos días he trabajado
buscando la forma de aplicar, de
la mejor manera, mis conocimientos a
cada jugador y al equipo y esto, sin duda, es lo que más me ha costado, ya que el día a día de tantos años como jugadora crea unos hábitos de actuación y pensamiento
que están totalmente automatizados y que a veces resulta difícil transferir a
los demás de una forma efectiva. Verbalizar situaciones y movimientos del juego
es algo en lo que he intentado trabajar durante todos estos días, al fin y al cabo eso es enseñar.
Los dos turnos de
campus en los que he participado, tanto en el mini como en el cadete y junior, los
he compartido con unos compañeros y entrenadores dispuestos a ayudarme en todo
momento, y no sólo en aspectos técnicos y tácticos, ya que, por ejemplo, mi compañero Toni con su experiencia me enseñó a conocer muchas de las necesidades de las más
pequeñas, ya que los niños y su mundo merecen especial atención, sobre todo afectiva.
Creo que al final conseguimos este afecto con creces (ver como el grupo de
niñas nos dedicaban su baile de hip hop en el festival del último día será, sin duda, un bonito recuerdo
con el que me quedaré para siempre, y seguro que Toni
también).
En el tercer turno (cadete
y junior) el afecto dejó de ser tan importante. Motivar a los jugadores para el
trabajo y desarrollar una serie de hábitos en el juego se convirtió en la
prioridad.
Muchas veces no resultó
fácil, ya que a pesar de ser un campus enfocado al trabajo duro y a la mejora de fundamentos y para el que la
mayoría de jugadores y jugadoras vienen mentalizados, cuando aparece el
cansancio o cuando se someten a nuevos
hábitos, la toma de decisiones en esos momentos no es la más acertada. Ayudarles
a crear estos hábitos y a tomar buenas decisiones es algo prioritario sobre lo
que hay que trabajar. De esta manera enfocamos el trabajo diario del equipo
junior con Ferrán y con Oscar y desde luego que los chicos acabaron sudando la
camiseta y ¡mucho!.
A ellos dos y a ese grupo de jugadores quiero
mandarles un saludo y darles las gracias por el respeto que me mostraron en
todo momento. Espero que les haya servido esta experiencia tanto como a mí."
Marina Ferragut (253 veces Internacional y entrenadora de los Campus FBCV)
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