Esta semana contamos con la colaboración de un entrenador
conocido por todo el mundo del baloncesto de nuestra Comunidad. Se trata de
Andreu Casadevall. Le solicitamos que nos diera su opinión acerca de cómo
llegan, en qué condiciones físico y técnicas, los jugadores jóvenes a los
primeros equipos.
Andreu es entrenador profesional desde hace más de 20 años,
tanto en ACB como en LEB ORO. Ha entrenado al histórico Ferrys Lliria (90-93) y
al CB Lucentum Alicante (98-01), pero también ha continuado su labor en el
baloncesto de formación en equipos junior e incluso en la Selección Autonómica
Cadete Masculina; en la actualidad es
entrenador del Autocid Ford Burgos y dirige su propio campus de tecnificación
en verano. También ha sido profesor d los cursos de entrenador de la FBCV y de la FEB. Todo esto le
convierte en un entrenador profundamente conocedor del trabajo formativo y del
baloncesto profesional; esperamos que disfrutéis de sus reflexiones. Gracias
Andreu.
"En este artículo voy a hacer una reflexión personal
acerca del paso de la categoría “junior” a la categoría “senior” del jugador de baloncesto en el actual sistema formativo de
competición. Mi opinión y mi punto de vista sobre aquellos aspectos negativos e
inconvenientes reales que me he ido encontrando en diferentes clubs a lo largo
de mi carrera deportiva como entrenador.
Considero que uno de los aspectos que ha influido
negativamente en el desarrollo del jugador de baloncesto y que ha sido clave a
la hora de “dar el salto” a la categoría Sénior, es la pérdida de una de sus
categorías dentro del organigrama competitivo de las Federaciones.
Años atrás podíamos encontrar la categoría “Juvenil” que
abarcaba más o menos las edades comprendidas entre los 17 y los 18 años. Esta
categoría estaba a caballo entre la cadete y la junior. Un peldaño por encima
encontrábamos la categoría “Junior” que englobaba las edades de 19 y 20 años.
Esta categoría era la que servía de nexo de unión y permitía el paso de los
jugadores a la categoría “Senior” a partir de los 20 años.
Actualmente disponemos de una categoría menos en
formación. Suprimida la antigua “juvenil”, es ahora la categoría “junior” la
que permite el salto a la “senior” a partir de los 18 años. Considero que estos
dos años que el jugador pierde de su formación son fundamentales para seguir
creciendo como tal y así poder desarrollar de manera progresiva su bagaje
físico y técnico-táctico.
El ejemplo más claro lo podemos encontrar diariamente en
clubs profesionales que no poseen un 2º equipo senior con jugadores de nivel
para poder subir a entrenar y jugar con el 1º equipo, y tienen que seleccionar
a jugadores “junior” para completar entrenamientos o convocatorias.
En este caso el “junior” que tiene la posibilidad de
estar con el primer equipo, aunque sea para entrenar diariamente y seguir
creciendo como jugador, conlleva una serie de problemas que detallo a
continuación:
·
Aspecto físico: El
baloncesto actual requiere de jugadores potentes, fuertes y explosivos. Con dos
años más el jugador está mucho más desarrollado y le permite competir a un
nivel superior. Sus cualidades físicas pueden verse incrementadas de manera
sustancial. Poder equiparar ese nivel físico a la de competición nos permitirá
integrar más fácilmente a los jugadores que llegan de abajo dentro de los
equipos seniors.
·
Aspecto
técnico: Ligado a una serie de factores importantes que vemos a continuación:
o Inversión del
club en la cantera: Es muy importante el trabajo de mejora que se pueda
realizar con el jugador a nivel técnico con entrenamientos individualizados.
Actualmente es evidente que no todos los clubs disponen de presupuestos
suficientes para poder realizar dicho trabajo.
o Equipo filial: Tener otro
segundo equipo o “SENIOR B” en una
categoría intermedia como puede ser la liga EBA o LEB PLATA. Son categorías
semi-profesionales y profesionales donde podemos darle al jugador minutos de
juego impidiendo bloquear su progresión y facilitando su desarrollo
baloncestístico como jugador.
Como veréis son ya tres los equipos con los que
el jugador con un buen nivel técnico o con un buen talento debe de alternar. Es
muy importante para ello tener una gran coordinación técnica, para no confundir
al jugador, ya que cada equipo donde juegue pueda tirar por su lado más en
beneficio del propio equipo que del jugador y esto creo que puede ir en
detrimento de la formación del jugador que es lo que se pretende.
o Nivel
competitivo de la categoría: Es importante tener presente el nivel competitivo de
juego que existe en la provincia tanto en la categoría JUNIOR como en la SENIOR
B. Está claro que tener ligas más
competitivas implica un mayor crecimiento del jugador en muchos aspectos físicos,
técnicos y tácticos.
Como veréis
son muchos los factores que intervienen a la hora de dar el paso a un equipo
profesional (hablamos de ACB o LEB ORO), de un jugador que termina en edad
junior y muchos los jugadores que se pierden en el camino por no tener una
categoría intermedia, que permita seguir una progresión lógica al jugador.
Creo que el
jugador se forma entrenando, pero sobre todo jugando y compitiendo, es nuestra obligación y sobre todo la de los
dirigentes federativos el simplificar
los pasos a seguir para que ellos puedan
llegar lo más arriba posible.
Para terminar una pequeña reflexión, en Europa hemos utilizados normas de
competición que ya hace años se utilizan en el “baloncesto americano (NBA)”, intentando
mejorar así la competición en nuestras ligas. Sin embargo hay una cosa muy
importante a destacar en cuanto al salto del jugador a nivel profesional y es
que ese salto no se produce hasta mínimo los 23 años (excepto excepciones),
cuando ha terminado su etapa universitaria y el jugador se ha formado tanto a
nivel físico como a nivel técnico - táctico.
Quizás de esta
manera se pierden menos jugadores por el camino y sería un buen ejemplo a
seguir.
Andreu Casadevall (Ex entrenador ACB y entrenador Autocid Ford Burgos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario